CITOLOGÍA
Cervicouterina

Si alguna vez has escuchado hablar del “Papanicolaou” o de una “citología vaginal” y no sabes exactamente de qué se trata, este artículo es para ti. Como citóloga, quiero explicártelo de una manera sencilla, clara y sin términos complicados.

Empecemos por lo básico: ¿Qué es una citología vaginal?

La citología vaginal, también conocida como prueba de Papanicolaou, es un examen muy importante para cuidar tu salud íntima. Consiste en tomar una muestra muy pequeña de células del cuello del útero (la parte más baja del útero que conecta con la vagina), para observarlas bajo el microscopio.

¿Y para qué sirve? Principalmente, para detectar cambios anormales en las células que, si no se controlan a tiempo, podrían convertirse en cáncer de cuello uterino.

¿Cómo se realiza la citología?

El procedimiento es rápido y sencillo. Durante una revisión ginecológica:

  1. Te recuestas en una camilla especial.

  2. El profesional de salud coloca un instrumento llamado espéculo para abrir ligeramente la vagina.

  3. Con un cepillo o espátula, toma una muestra suave de células del cuello del útero.

  4. Esa muestra se envía al laboratorio, donde yo (como citóloga) la analizo al microscopio.

Puede causar una ligera molestia, pero no duele. Algunas mujeres comparan la sensación con un leve cólico menstrual.

¿Qué se ve en una citología?

Lo que buscamos principalmente es que las células se vean normales. Si detectamos cambios, estos pueden deberse a infecciones, inflamaciones, el efecto del virus del papiloma humano (VPH), o en algunos casos, a lesiones precancerosas.

Detectar esos cambios a tiempo es lo que permite prevenir el cáncer de cuello uterino. Por eso, hacerse la citología con regularidad es una medida de cuidado y amor propio.

¿Cómo debes prepararte?

Para que el resultado sea lo más confiable posible, ten en cuenta estos consejos:

  • No tengas relaciones sexuales 24 horas antes del examen.

  • Evita duchas vaginales o el uso de tampones, óvulos o cremas vaginales ese mismo día.

  • Idealmente, programa tu cita cuando no estés menstruando.

Si estás sangrando de forma inesperada, no canceles: tu profesional de salud te dirá si es posible hacer la prueba.

¿A qué edad se debe hacer la citología y cada cuánto?

Las recomendaciones pueden variar, pero en general:

  • Se inicia entre los 21 y 25 años, dependiendo del país y del historial médico.

  • Si los resultados son normales, puedes repetirla cada 3 años.

  • A partir de los 30 años, se puede combinar con la prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH) y espaciarla a cada 5 años.

En mujeres mayores de 65 años o en quienes ya no tienen útero (por histerectomía), muchas veces ya no es necesario seguir realizándola, siempre que los controles anteriores hayan sido normales.

¿Qué pasa si el resultado no es normal?

No te asustes. Un resultado “anormal” no significa que tengas cáncer. Puede significar que hay una infección, inflamación o cambios celulares leves. Según el tipo de cambio, tu médico puede recomendar repetir la prueba, hacer una prueba para detectar el VPH, o realizar un estudio más detallado llamado colposcopia.

En resumen

La citología vaginal es una prueba sencilla, rápida y muy eficaz para detectar problemas antes de que se conviertan en algo serio. Es una herramienta valiosa para cuidar tu salud íntima y prevenir el cáncer de cuello uterino.

Haz de la citología parte de tu rutina de salud. Unos minutos pueden marcar la diferencia.

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